Una educación marcada por la presencia de Cristo
Como integrantes de esta comunidad educativa nos enorgullece ser parte de la historia de las Religiosas de los Sagrados Corazones en la comuna de San Javier. Ya son 62 años marcados por la acción educativa basada en la pedagogía del amor, la enseñanza en Cristo y la formación integral de muchas generaciones de niños y jóvenes.
Pero, ¿Dónde nace esta labor? Corría el 1800 y Francia atravesaba un período de cambios significativos. Es en la ciudad de Poitiers, en medio de un contexto de persecución hacia la Iglesia, el Buen Padre; José María Coudrin y la Buena Madre, Enriqueta Aymer, deciden hacer sus votos religiosos en la Navidad de ese año, dando origen a la Congregación de los Sagrados Corazones. En 1817, el Papa Pío VII entrega el reconocimiento formal y el Papa León XII, en 1825, da el nombre de Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María y de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento del Altar.
La llegada a Chile coincide con un país que estaba recién organizando su vida republicana y requerían de la ayuda extranjera y de la Iglesia Católica, para apoyar en la tarea formativa de la sociedad. Es así como entre 1834 y 1838 la congregación de los Sagrados Corazones ya estaba inserta con su proyecto educativo, en las principales ciudades.
La historia nace con el Hogar la Hormiga
En 1963, en medio de una sociedad chilena con avances significativos en términos de educación como la expansión de la educación primaria y secundaria y la participación de las mujeres en la vida social, política y cultural, las hermanas Sor Louise Threse Astaburuaga Bascuñán, Sor Henriette Therese Silva Encina, Sor Sacramento Remón Almazán, Sor M. Germaine Wásquez, asumen la administración de la “Escuela Particular N°2 “La Hormiga” en la ciudad de San Javier de Loncomilla.
Dos años más tarde, se renombra como “Escuela Técnica Femenina Sagrados Corazones”. En 1968, la escuela pasa a llamarse “Escuela de Servicios y Técnicas especializada Sagrados Corazones y Primaria Anexa”. Las estudiantes bajo este prisma estudiaban cinco años para poder ejercer posterior a su práctica las carreras de Auxiliar de Párvulos, Auxiliar de Alimentación y Auxiliar de Asistente Social.
La escuela, en 1972, se vuelve de carácter mixto, comenzando a partir del primer año de Educación General Básica. El acceso de varones va en progresivo aumento y en 1973 la escuela básica pasa a llamarse “Escuela Particular N°4 Sagrados Corazones” y, para la Enseñanza Media “Escuela Técnica Femenina Sagrados Corazones”. En 1975, posterior al contexto político, económico y social chileno, la Escuela Técnica cierra, debido al escaso campo ocupacional existente en la localidad y alrededores. Al igual que el internado femenino en 1981, sellando así, parte importante de la historia de San Javier.
En 1982, la institución se renombra como “Liceo Sagrados Corazones San Javier”, funcionando con modalidad de Enseñanza Básica y Enseñanza Media Científico Humanista, tal como lo conocemos hoy
Nuevas dependencias
Con una matrícula en aumento y con espacios que se volvían pequeños en el colegio “Antiguo”, a fines de la década de 1990 y visualizando la necesidad de un espacio mayor, la Congregación adquiere un terreno ubicado en la calle Jorge González Bastías 484, locación que contemplaría un nuevo lugar para los estudiantes. Ya con la aplicación de la Jornada Escolar Completa, en el 2000 el colegio comienza a funcionar en las dos sedes existentes.
Sin embargo, para el año 2010, debido al terremoto de 8.8° Richter, el edificio antiguo quedó con daños arquitectónicamente irreparables, pero, la función educativa debía continuar y la nueva sede era el punto de un nuevo comienzo para toda la Comunidad Educativa de los Sagrados Corazones, dejando atrás la construcción que albergó a la comunidad educativa desde sus inicios en la comuna.
El desafío de la educación en Chile ahora era otro: educación gratuita y de calidad para todos los estudiantes del país y es así como a través de manifestaciones sociales, fueron orquestándose nuevas reformas y promulgaciones que modificaron el panorama educacional que provenía de los tiempos del Régimen Militar.
En el año 2008, se firma el Convenio de Igualdad de Oportunidades y Excelencia Educativa, recibiendo recursos adicionales para poner en marcha el Proyecto de Mejoramiento Educativo (PME), con énfasis en los estudiantes prioritarios (Ley SEP). Para el año 2015, se promulgan nuevos lineamientos para la educación en Chile, con la Ley de Inclusión; comenzando el año siguiente con la gratuidad sin selección para los estudiantes que pertenecen y se matriculan en la institución. Este mismo año se crea la “Fundación Educacional Liceo Sagrados Corazones San Javier”, quien ejerce el rol de sostenedor de nuestro establecimiento.
Desafíos y mejoras constantes
A lo largo de la historia de los SS.CC, entregar formación y acompañamiento a todos los estudiantes, siendo fieles a los principios cristianos continúa siendo el principal desafío diario, tanto para docentes como asistentes de la educación que forman parte de la institución.
La gestión del Liceo Sagrados Corazones San Javier se ha basado en la mejora constante y la adaptación a las necesidades que manifiesta la comunidad educativa y las normativas educacionales. Las demandas educativas han sido exigentes lo que ha significado generar nuevas estrategias de atención, tales como un Plan formativo y de perfeccionamiento permanente; creación de un equipo de asistentes profesionales de la educación con altas competencias para atender los requerimientos diarios de los estudiantes; atender la diversidad de niñas, niños y adolescentes que estudian en nuestro Liceo, haciéndonos eco de las exigencias de la Ley de Inclusión (N°20.845).
El año 2022, se abre el Programa de Integración Escolar (PIE) en los ciclos de Educación Parvularia y Primer Ciclo Básico. Actualmente, llega hasta 7° año de Enseñanza Básica y la tentativa, apunta a seguir avanzando en su aplicación.
La historia del Liceo Sagrados Corazones ha estado llena de capítulos victoriosos y situaciones que han demandado nuestra mayor preocupación y desafíos, sin embargo, la base de la enseñanza es la motivación por mejorar la sociedad y lograr que los estudiantes adquieran aprendizajes significativos, colaboren en la construcción del Chile del futuro y junto con ello puedan conseguir sus metas y sueños, con el sello de la espiritualidad de los Sagrados Corazones de Jesús y María.